EL PAÍS siempre ha estado en jaque

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El boletín de Leontxo García

Jueves, 18 de noviembre de 2021

EL PAÍS siempre ha estado en jaque

EL PAÍS siempre ha estado en jaque

Gari Kaspárov, con la banda de campeón, y Anatoli Kárpov el 20 de diciembre de 1987 en el teatro Lope de Vega de Sevilla, donde se día terminó su 4º duelo / José Manuel Pérez Cabo

¡Hola! ¿Cómo están?

Puede parecer que la apuesta de EL PAÍS por el ajedrez es solo una cuestión de oportunidad comercial: la pandemia, el enorme éxito de la serie Gambito de Dama (Netflix) y el auge del ajedrez como herramienta educativa. Conviene recordar que el periódico tiene una sección de ajedrez diaria desde que vio la luz, el 4 de mayo de 1976. De eso les voy a hablar, además de anunciarles que inauguramos un portal específico de ajedrez la próxima semana.

Si le doy a cada uno de ustedes diez oportunidades para adivinar por qué el equipo fundacional de EL PAÍS decidió tener una sección diaria de ajedrez, es harto improbable que acierten. El primer director, Juan Luis Cebrián, llamó a primeros de 1976 (el dictador Francisco Franco había muerto el 20 de noviembre) al periodista argentino Héctor Kúperman (1912-1991), prestigioso corresponsal de guerra y delegado en varios destinos de la agencia italiana Ansa. Y le propuso que formase parte de la sección Internacional. Pero el baqueteado reportero frisaba ya los 63 años, y no se veía con la energía que exige parir un nuevo diario en un país saliente de una dictadura atroz. Su contraoferta fue: "Si queréis, puedo hacerme cargo de la sección de ajedrez, que podría ser diaria". A Cebrián le pareció un toque de distinción propio de un periódico que se planteaba incitar a pensar, y aceptó.

Kúperman, con quien había coincidido en un par de torneos de Linares, el Wimbledon del ajedrez, era la única persona de EL PAÍS que me conocía en 1985, cuando decidí ser muy osado (solo llevaba dos años trabajando como periodista) y ofrecerme como enviado especial en Moscú durante dos meses y medio para el segundo duelo Kárpov-Kaspárov. Como ya les conté en otro boletín, aquella aventura salió bien; yo me quedé en el periódico para las crónicas y reportajes, y Héctor siguió con la columna diaria hasta que se jubiló, en 1988. Le sucedieron dos grandes plumas del ajedrez, el español Pablo Morán (1927-1995) y el uruguayo Lincoln Maiztegui (1942-2015), cuyo obituario fue uno de los textos que más me ha costado escribir, por la emoción.

Borís Spasski y Bobby Fischer se saludan al inicio de la primera partida del duelo de revancha de Sveti Stefan (Yugoslavia) en 1992, tras 20 de años de desaparición de Fischer

Borís Spasski y Bobby Fischer se saludan al inicio de la primera partida del duelo de revancha de Sveti Stefan (Yugoslavia) en 1992, tras 20 de años de desaparición de Fischer / Dragan Filípovich AFP/Getty Images

Aprendí mucho de los tres (del ajedrez y de la vida) mientras seguía publicando mis historias y cubriendo grandes torneos y acontecimientos para Deportes. Los duelos Kárpov-Kaspárov, y especialmente el de Sevilla 1987, hicieron que pasara más días con ellos (entre 1985 y 1990) que en mi casa, como ya les conté detalladamente en anteriores boletines. Y si tengo que citar solo otra cobertura muy extraordinaria, sin duda es la reaparición de Bobby Fischer en 1992, tras 20 años en paraderos secretos, en Sveti Stefan (actual Montenegro) a 60 kilómetros del frente de la guerra de Yugoslavia. Y así seguí hasta que, a finales de 2003, el director adjunto, Miguel Ángel Izquierdo, decidió que me ocupara también de la columna diaria, para que hubiese una total coherencia entre las dos ramas de ajedrez en el periódico. Lo vengo haciendo desde el 2 de enero de 2004.

La existencia de este boletín cada jueves desde julio fue uno de los primeros pasos que dimos mientras le dábamos vueltas a la creación de un portal específico de ajedrez, más cuidado y compacto que el actual, y enriquecido en cuanto al contenido. Lo vamos a inaugurar la próxima semana desde Dubái (adonde llegué anoche), con motivo del Campeonato del Mundo entre Magnus Carlsen e Ian Niepómniachi. Y entre los primeros reportajes y entrevistas hemos preparado varios de gran impacto.

Me guardo algunas sorpresas, pero les adelanto que uno de ellos es sobre Judit Polgar, a quien dediqué este espacio hace algunos jueves, porque pude hablar con ella el pasado fin de semana en Sevilla, gracias a la invitación que recibió del diario Marca para participar en el Marca Sport Weekend. Y todo indica que volveré a escribir sobre el franco-iraní Alireza Firouzja (ya he comentado varias partidas suyas en la columna estos días) porque anteayer se convirtió en el 3º del mundo a los 18 años. También vamos a tener un canal específico para nuestros vídeos de ajedrez en YouTube (principalmente, pero no solo, El Rincón de los Inmortales, que ya va por el 322). Y trabajamos en más proyectos en ciernes.

Leontxo García, el martes en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Leontxo García, el martes en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial / Inma Flores

Llegados hasta este punto, el cuerpo me pide contarles algo que ya me ha sucedido varias veces en los últimos meses, y que me irrita bastante: lectores que se definen como incondicionales "desde hace muchos años" me cuentan, muy ufanos, las diversas trampas que hacen para poder leerme gratis, sin suscribirse. Es muy importante que asumamos algo tan evidente hoy -con la atomización del mercado publicitario- como que la nieve es blanca: un periódico de alta calidad, como EL PAÍS, no puede subsistir si sus lectores no aportan una cantidad razonable. Por ejemplo, yo no podría estar un mes como enviado especial en Dubái. Por no hablarles de las delegaciones, corresponsalías y colaboradores que tiene EL PAÍS por todo el mundo o los numerosos periodistas de primera fila que trabajan en la redacción.

Tal desahogo -que espero me perdonen- era un paréntesis antes de decirles que lo esencial no va a cambiar. Entendemos que hay dos tipos de lectores de ajedrez: los aficionados, que esperan un buen contenido técnico de las columnas y vídeos; y quienes lo siguen por curiosidad intelectual, dadas sus apasionantes conexiones con la ciencia, el arte y la historia, y sus fascinantes personajes. La única diferencia importante en esto es que ahora queremos cuidar aún más ambos aspectos.

Ya que esto va hoy de confidencias, termino con otra. De los elogios que algunos de ustedes me hacen -también me interesan mucho las críticas constructivas-, uno que me llega al corazón es la equiparación con el inmortal crítico taurino y periodista Joaquín Vidal (1935-2002), de quien tanto aprendí: "No me interesan especialmente ni los toros ni el ajedrez, pero sí las historias de esos dos mundos que ambos habéis contado", me dicen. Como ya les he dicho otros jueves, aún queda mucho oro periodístico que sacar de la mina del ajedrez. Y EL PAÍS se compromete a seguir picando piedra.

Más ajedrez en EL PAÍS

El enfrentamiento Unión Soviética – FIDE amenaza con producir un cisma en el ajedrez mundial. Una de las crónicas de Héctor Kúperman.

Firouzja, 3º del mundo: El franco-iraní, de 18 años, impresiona cada día; en esta partida, atacando donde su rey está siendo atacado. Una de las columnas diarias de esta semana.

Lo anormal como obra de arte: Timoféiev firma una joya muy original, exprimiendo al máximo la potencia de una compacta masa de peones. Último vídeo publicado en El Rincón de los Inmortales.

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