¿Recuerdas la primera vez que comiste pan? Ese recuerdo sepultado para casi todos en el olvido de la primera infancia sigue vivo en la memoria de Luiz Inácio Lula da Silva. El expresidente brasileño tenía siete años cuando probó el pan. Lula y su madre, una mujer analfabeta, habían dejado atrás a pie su Pernambuco natal en dirección a São Paulo. Luego recorrieron 2.000 kilómetros en camión "para vencer al hambre". Ese recuerdo fue uno de los que Lula compartió con la directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, y la redactora jefa de Internacional, Lucía Abellán, que lo entrevistaron en Madrid el pasado viernes. La pobreza de su pueblo, el hambre, "apareció desde la primera respuesta y fue una constante en toda la entrevista", rememora nuestra redactora jefa. De Lula –explica Lucía- impresionan "la convicción con la que se expresa, la cantidad de datos que maneja, la energía de un hombre de 76 años que ha superado un linfoma y pasado por la cárcel". El titular de una entrevista plasma idealmente las ideas más fuertes, más claras, que surgen durante la conversación. El de la entrevista con Lula es: "Tengo que volver para recuperar el prestigio de Brasil y que el pueblo coma tres veces al día". Fue su forma de responder a la pregunta de si será candidato a la presidencia en las elecciones de 2022. Crecer gracias al miedo en Chile. Lula cree que aún no se atisba el ocaso de los movimientos populistas y el radicalismo de derechas. En la primera vuelta de las elecciones que se celebraron en Chile el domingo, el triunfo de un candidato de ese signo, José Antonio Kast, parece darle la razón. Este aspirante a la presidencia "logró imponer en el electorado el miedo al caos", en razón de la violencia en la que degeneraron las protestas de octubre de 2019. Nuestro corresponsal en el Cono Sur, Federico Rivas Molina, nos dio las claves de esta victoria en esta crónica. "El final de la era Merkel". Han sido 16 años en el poder que acabaron de forma simbólica este miércoles cuando el ya seguro sucesor de Angela Merkel, Olaf Scholz, le entregó a la canciller en funciones un ramo de flores. Ese mismo día, socialdemócratas, verdes y liberales presentaron el acuerdo que les permitirá gobernar en coalición y a Scholz suceder a la mujer cuya salida del cargo se describe como "el final de una era". "Lo llamativo es que incluso entre los simpatizantes de socialdemócratas y verdes, lo más habitual es encontrar palabras de reconocimiento y gratitud a Angela Merkel", resumían la insólita popularidad de la canciller Elena Sevillano, corresponsal de EL PAÍS en Alemania, y Luis Doncel, enviado especial para cubrir las elecciones del pasado mes de septiembre, en esta información. Lo que esconde una tumba sin nombre. No llevaba documentos, quién sabe cuál era su nombre. De él, de ese migrante que yace ahora en una tumba anónima en el pequeño cementerio musulmán de la localidad polaca de Bohoniki, sabemos solo que era joven –unos 30 años-, el color de su piel –era negro, probablemente africano- y que murió de hipotermia, de puro frío, en el bosque de Bialoweza, el lugar que nuestro enviado especial en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, Antonio Pita, junto al fotógrafo Álvaro García, nos describe como "bello e inhóspito". ¿Murió solo? ¿Quiénes lo acompañaban dejaron atrás su cuerpo cuando ya nadie podía ayudarle? Esa lápida con las iniciales "NN" no ofrece respuestas, pero ese arcano, el misterio de quién era y cómo murió esa persona, cuenta un drama: el de los migrantes que estos días han transitado por el confín polaco de la Unión Europea. Esa frontera en la que otros jóvenes como el que yace ahora bajo esa lápida se dejaron el que probablemente era el único bien precioso que a muchos de ellos les quedaba: su vida. El mismo destino infausto que aguardaba a las 27 personas que este miércoles perecieron en el Canal de la Mancha. Entre ellos, una niña. Crisis migratorias "artificiales". El corresponsal de EL PAÍS en Bruselas, Bernardo de Miguel, nos informaba este martes de que la Comisión Europea había aprobado "un régimen de sanciones destinado específicamente a castigar a las empresas que, intencionadamente o no, participen en la creación artificial de crisis migratorias junto a las fronteras de la UE". Esas empresas entrarán en una lista negra que ya tiene candidatas: las líneas aéreas que colaboraron con el régimen de Aleksandr Lukashenko para transportar a miles de migrantes a Bielorrusia para luego empujarlos a penetrar en la UE a través de Polonia, Letonia y Lituania. Esta decisión "llega después de los sucesivos intentos de provocar crisis migratorias de manera deliberada por parte de vecinos como Turquía, Libia o Marruecos". Más muros. Mientras Bielorrusia utiliza a las personas como arma, la vecina Ucrania se plantea levantar un nuevo muro, de 2.500 kilómetros, en su frontera con ese país y también con Rusia. Desde Kiev, María R. Sahuquillo lo explicaba en esta crónica publicada el pasado sábado: "La crisis migratoria a las puertas del frío invierno y la cercanía cada vez mayor entre Moscú y Minsk han elevado todavía más la alarma en Kiev, ya en alerta por la acumulación de tropas rusas junto a su territorio en un movimiento que recuerda, según avisa la OTAN, al que derivó en la anexión ilegal de la península ucrania de Crimea en 2014". "La masacre de Tamaulipas: El sueño americano muere en México". Este no es un reportaje de esta semana. Se publicó el 20 de febrero. Sin embargo, os recomendamos que leáis esta crónica en la que El País reconstruye "el sueño que se convirtió en pesadilla" de 16 migrantes guatemaltecos que lo arriesgaron todo para viajar a Estados Unidos y terminaron asesinados a tiros y carbonizados en el norte de México. La Fundación Gabriel García Márquez reconoció el pasado jueves su excelencia al concederle el prestigioso Premio Gabo al mejor texto del año. Muchas gracias de nuevo por leer y seguir este boletín. El jueves que viene, un nuevo correo en tu buzón. Gracias por leernos. Si te han reenviado este correo, puedes apuntarte aquí para recibir la newsletter de Internacional. Puedes seguir a EL PAÍS INTERNACIONAL en Facebook y Twitter. |
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