Soledad: epidemia y negocio

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Sábado, 30 de octubre de 2021

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¿Cómo estáis? Quizá la respuesta sea "un poco solos". Sería lógico: la soledad no deseada ha crecido mucho durante la pandemia de coronavirus, especialmente en las temporadas de confinamiento más duro. Por eso, esta semana en Ideas queremos analizar el fenómeno del aislamiento social y la gran industria de la compañía que está surgiendo a su alrededor.

Además, Boris Cyrulnik, padre del concepto de la resiliencia, habla del efecto del entorno en nuestro cerebro; reflexionamos sobre historia de la Guerra Civil española y la verdad y retratamos a Monica Lewinsky en su nueva faceta, la de activista y productora de documentales. Esperamos que os guste.

Por Raquel Seco


UNA TENDENCIA

Soledad: epidemia y negocio

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JUÁREZ CASANOVA

La soledad no tenía connotaciones especialmente negativas hasta el siglo XIX. Hasta entonces, la palabra "solo" no representaba más que el hecho de encontrarse sin compañía. "Los árboles estaban solos, y las nubes", escribió en su momento el poeta William Wordsworth. Cuando se extendió el culto al individuo en Occidente, la soledad se convirtió en una emoción complicada. Lo cuenta esta semana Fay Bound Alberti, autora de un libro muy interesante sobre la historia de la soledad.

Uno de cuatro europeos se sintió solo en los primeros meses de la pandemia, según un informe de la Comisión Europea. Es el doble que en 2016. Y, entre ciudadanos jóvenes, el dato es aún más crudo: se multiplicó por cuatro. Mar Padilla explica que esto tiene consecuencias en la salud —más riesgo de morir prematuramente, más posibilidades de sufrir problemas de salud mental—, pero también tiene efectos menos previstos. Alrededor de la soledad instaurada surge toda una industria de la compañía, que crea robots asistenciales, aplicaciones o centros de trabajo compartido que nos venden la aspiración definitiva en tiempos de aislamiento: crear comunidad.


UNA FRASE

"El lenguaje y los relatos totalitarios paran el pensamiento, ya no necesitas reflexionar"

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G. BERNARDI

Boris Cyrulnik es el creador del concepto de resiliencia, la capacidad de adaptación ante una situación adversa. Hijo de judíos que murieron en el Holocausto, neuropsicólogo y divulgador, acaba de publicar un libro sobre la forma en la que el entorno esculpe nuestro cerebro. En su entrevista con el corresponsal de EL PAÍS en Francia, Marc Bassets, suelta frases como esta: "Cuando un creyente reza, todos los signos eléctricos de angustia en el cerebro desaparecen. Es un tranquilizante natural. Los creyentes religiosos o políticos —los comunistas fueron creyentes— se sienten mejor". Y tiene otras frases contundentes para, entre otras cosas, los efectos de esta crisis. Como: "Los adolescentes tienen dos o tres años para aprender a aprender, para orientarse en una dirección. Si, por un conflicto familiar o porque los chicos prefieren jugar al fútbol, se pierden estos dos años, después les cuesta volver a encarrilarse. En la escuela o la Facultad, uno se ríe, está de acuerdo o en desacuerdo con un profe, el cerebro está activado. Ante una pantalla, el cerebro se entumece".


UN PERSONAJE

Monica Lewinsky, del escarnio al activismo

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LUIS GRAÑENA

Monica Lewinsky tenía 22 años. Bill Clinton tenía 49. En enero de 1995, el escándalo de su relación estalló y el mundo juzgó estruendosamente a la becaria. Ella ha hablado con contundencia de lo dura que fue aquella época: "No podía ver una salida. Pensé: ¿qué pasaría si muriera? Creí que tal vez esa era la solución".

Lewinsky, pese a la hostilidad del mundo, consiguió reinventarse a sí misma como activista y, a la vez, decidió que ya estaba bien, que había llegado el momento de contar su propia historia. Ahora coproduce un documental sobre su caso y otros similares. Se titula 15 Minutes of Shame (15 minutos de vergüenza) y ya se puede ver en HBO Max. Aquí, el tráiler.


UN ENSAYO

Tras las noticias falsas, el pasado falso

Pablo Casado declaró en junio lo siguiente: "La Guerra Civil fue un enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley y quienes querían la ley sin democracia". Al mes siguiente, el líder del PP guardó silencio ante unas palabras que pronunció en su presencia el expolítico de Vox Ignacio Camuñas ("Si hay un responsable de la Guerra Civil directamente es el Gobierno de la República. Un golpe de Estado no es lo que ocurrió en 1936"). Manuel Cruz, filósofo y expresidente del Senado (por el PSC) escribe al respecto en Ideas:

"Resultaba casi inevitable que uno de los nuevos escenarios de la batalla ideológica fuera precisamente el tiempo que dejamos atrás. A ello ha contribuido, en gran medida, el hecho de que los otros dos momentos del tiempo, el futuro y el presente, han ido cayendo como fichas de dominó. Del primero incluso podría afirmarse que en un determinado sentido ha desaparecido".


Más ideas….

Glasgow: ya hace medio siglo de los Barbapapá

La primera vez que Íñigo Domínguez oyó una mención del efecto invernadero fue a principios de los ochenta, cuando se hablaba de no tirar papeles al suelo o se coreaba "nuclear, no gracias". Muchos años después, y ahora que arranca la cumbre del clima de Glasgow, critica que no hayamos avanzado demasiado desde entonces. Y añade: "Debería ser ridículo que un partido haga su congreso y proclame como una de sus principales señas de identidad que es ecologista, como acaba de hacer el PSOE. Porque lo deberían ser todos, es una obviedad más allá de toda ideología. Lo mismo que ser feminista, que estamos en 2021. Es como presumir de ser bípedo o tener ojos en la cara".

Pedir perdón

La canciller Angela Merkel expresó en 2019 su "profunda vergüenza" por los crímenes del nazismo y dijo que asumir la responsabilidad por lo que hizo Alemania bajo el mandato de Hitler forma parte de la "identidad nacional". Enric González recuerda este episodio para reflexionar sobre otro asunto: en España, la Audiencia Nacional acaba de considerar probado que el PP pagó la obra de su sede con dinero negro y condenado al extesorero del partido, Luis Bárcenas. "Resulta deprimente la estrategia mantenida hasta la fecha por el PP de Pablo Casado. 'Eran otros', 'nosotros no estábamos', 'cambiaremos de sede'. Salvando las inmensas diferencias, es como si Merkel (nacida años después de que el nazismo se hundiera) dijera que la culpa fue de Hitler y que ningún otro alemán hizo nada".

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